Es
común ver a mucha gente realizar lo que llamamos “santiguarse”, es decir hacer
la señal de la cruz, que es la señal del cristiano, es decir de aquel que cree
en Jesús y en lo que Él nos ha revelado.
Esta
señal la hacemos cada vez que comenzamos una Oración, quizás al comienzo y al
final del día, pero también vemos que muchos la realizan ante determinados
momentos importantes que están por vivir, o antes de comenzar alguna actividad.
Ahora, pregunto: ¿Saben realmente lo que
están haciendo, saben lo que significa?
El
realizar esta acción no es otra cosa que invocar a Dios en su realidad, tal
como nos la ha revelado Jesús y en su gran “misterio de nuestra fe” y lo que
nos identifica.
Persignarse haciendo la señal de la Cruz.
En realidad toda la vida diaria del cristiano estaba marcada por la señal o
signo de la cruz. Los primeros cristianos se bautizaban persignándose. De
hecho, el Santo Apóstol Juan antes de su muerte dibujó una cruz sobre su cabeza
con la mano.
Era de esta manera una forma externa que transmitían su fe. Ya en tiempos de los apóstoles se comenzaba todo acto con la señal de la
cruz.
Tertuliano
escribe que los cristianos se persignaban durante todas sus ocupaciones, ante
cada movimiento: cuando salían o volvían a su casa, cuando se vestían y se
calzaban, al entrar al baño, al sentarse a la mesa, al encender las lámparas,
al comenzar una conversación, al acostarse, etc.
Cruz pequeña:
Se signaban siempre con la mano derecha aunque de distinta manera, al
principio lo hacían con un dedo signando la frente, la boca y el pecho, esto se
llamaba la pequeña cruz.
Cruz completa:
Luego se persignaban tocando con la mano la frente, el pecho, el hombro
izquierdo y después el derecho.
Cruz 3 dedos:
Con el tiempo comenzaron a poner tres dedos juntos al persignarse, con lo
que recordaban la Santísima Trinidad, y los dos dedos restantes los apretaban
contra la palma como símbolo de las dos naturalezas de Cristo. Así fue
evolucionando hasta nuestro tiempo.
Como católicos, estamos totalmente
seguros que como el Apóstol. Pablo lo dijo: para nosotros la cruz es poder de Dios.
La Cruz: un signo del auténtico Discípulo de Cristo.
El Señor Jesucristo dijo: "El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo,
tome su cruz y sígame" Mc 8,34
tome su cruz y sígame" Mc 8,34
Para poder seguir a Cristo es necesario que tomemos nuestra cruz, es decir, nuestras desgracias o sufrimientos, nuestros
dolores y pruebas, nuestros problemas familiares, nuestras debilidades y
todo lo pongamos en las manos de Dios
San Agustín afirmaba: "Toda la vida del cristiano que vive de acuerdo
con el Evangelio, implica su cruz y sufrimientos.
"Hasta que se cumpla el tiempo y
aparezca la Cruz,
"la señal del Hijo del Hombre en los cielos" Mt 24,30
"la señal del Hijo del Hombre en los cielos" Mt 24,30
Resumiendo, podemos decir «la Cruz» y
el «persignarse» son signos que nos
recuerdan que queremos ser seguidores de Jesús de una manera plena.
PREGUNTAS:
1.
¿Qué
significado adquiere para ti la cruz de Cristo2. ¿Menciona los argumentos que se proponen a favor de la Cruz?
ahregalos
0 comentarios:
Publicar un comentario