sábado, 2 de septiembre de 2017



Es común ver a mucha gente realizar lo que llamamos “santiguarse”, es decir hacer la señal de la cruz, que es la señal del cristiano, es decir de aquel que cree en Jesús y en lo que Él nos ha revelado.

Esta señal la hacemos cada vez que comenzamos una Oración, quizás al comienzo y al final del día, pero también vemos que muchos la realizan ante determinados momentos importantes que están por vivir, o antes de comenzar alguna actividad.

Ahora, pregunto: ¿Saben realmente lo que están haciendo, saben lo que significa?

El realizar esta acción no es otra cosa que invocar a Dios en su realidad, tal como nos la ha revelado Jesús y en su gran “misterio de nuestra fe” y lo que nos identifica.

Persignarse haciendo la señal de la Cruz. 
En realidad toda la vida diaria del cristiano estaba marcada por la señal o signo de la cruz. Los primeros cristianos se bautizaban persignándose. De hecho, el Santo Apóstol Juan antes de su muerte dibujó una cruz sobre su cabeza con la mano. 

Era de esta manera una forma externa que transmitían su fe. Ya en tiempos de los apóstoles se comenzaba todo acto con la señal de la cruz. 


Tertuliano escribe que los cristianos se persignaban durante todas sus ocupaciones, ante cada movimiento: cuando salían o volvían a su casa, cuando se vestían y se calzaban, al entrar al baño, al sentarse a la mesa, al encender las lámparas, al comenzar una conversación, al acostarse, etc. 

Cruz pequeña:
Se signaban siempre con la mano derecha aunque de distinta manera, al principio lo hacían con un dedo signando la frente, la boca y el pecho, esto se llamaba la pequeña cruz. 

Cruz completa:
Luego se persignaban tocando con la mano la frente, el pecho, el hombro izquierdo y después el derecho. 

Cruz 3 dedos:
Con el tiempo comenzaron a poner tres dedos juntos al persignarse, con lo que recordaban la Santísima Trinidad, y los dos dedos restantes los apretaban contra la palma como símbolo de las dos naturalezas de Cristo. Así fue evolucionando hasta nuestro tiempo. 

Como católicos, estamos totalmente seguros que como el Apóstol. Pablo lo dijo: para nosotros la cruz es poder de Dios.


La Cruz: un signo del auténtico Discípulo de Cristo.

El Señor Jesucristo dijo: "El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo,
tome su cruz y sígame" Mc 8,34


Para poder seguir a Cristo es necesario que tomemos nuestra cruz, es decir, nuestras desgracias o sufrimientos, nuestros dolores y pruebas, nuestros problemas familiares, nuestras debilidades y todo lo pongamos en las manos de Dios

San Agustín afirmaba: "Toda la vida del cristiano que vive de acuerdo con el Evangelio, implica su cruz y sufrimientos.

"Hasta que se cumpla el tiempo y aparezca la Cruz,
"la señal del Hijo del Hombre en los cielos" Mt 24,30


Resumiendo, podemos decir «la Cruz» y el «persignarse» son signos que nos recuerdan que queremos ser seguidores de Jesús de una manera plena.

PREGUNTAS:
1.     ¿Qué significado adquiere para ti la cruz de Cristo
2.     ¿Menciona los argumentos que se proponen a favor de la Cruz?
ahregalos

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